Dos amigos se encuentran por la calle:
– ¿Qué tal te va la vida?
– Fatal, el otro día enterramos a mi tío.
– ¡No me digas! ¿Cómo paso?
– Pues nada, estaba en el balcón haciendo una barbacoa y de pronto se acercó demasiado al fuego y..
– Ya, se quemó vivo, ¿no?
– No, qué va. Del susto se echó hacia atrás y tropezó con la barandilla del balcón…
– Sí, y se cayó por el balcón y se mato, ¿no?
– No. Resulta que en la caída se pudo agarrar a la cornisa, pero se empezó a resbalar y…
– Ya, se la dio contra el suelo, ¿no?
– Qué va. Alguien llamó a los bomberos, que habían puesto debajo una lona, pero tuvo tan mala pata que rebotó y…
– Por fin se la pegó, ¿no? (El amigo empieza a ponerse nervioso)
– No, en el rebote se pudo coger a un cable de alta tensión…
– ¡Se electrocutó!
– No, como estaba haciendo la barbacoa llevaba guantes, pero el cable cedió y se rompió…
– ¿Y por fin se la pegó?- No, los bomberos habían corrido la lona bajo él, pero aún rebotó, y antes de caer se pudo coger a una cornisa…
-¿PERO ME QUIERES DECIR CÓMO MURIÓ TU TÍO?
– Verás… al final los bomberos llamaron a la policía y tuvieron que abatirlo a tiros…