Una mujer, cansada de que su marido llegue borracho a casa todas las noches, decide darle un susto para que escarmiente.
Esa noche, cuando el esposo todavía no regresa de la juerga, se disfraza del diablo y lo espera en silencio en la oscuridad.
Apenas escucha girar la llave de la puerta, la esposa se prepara y en cuanto entra el hombre,
alcoholizado como siempre, cae encima de él gritando:
“¡Grrrrrrrrr! ¡He venido a llevarte!”
El hombre mira con tranquilidad y responde:
“Da lo mismo… ¡Hace veinte años que vivo con tu hermana!”