Como el juez prometió ser suave por Navidad, le pregunta a un acusado:
– Hombre! bienvenido a mi juzgado, ¿De qué se le acusa?¿quiere un café? Guardias traigan un café!
– Señor, me acusan haber hecho mis compras navideñas con anticipación.
– Hombre, pero eso no es un delito, ¿Con cuánta anticipación las compró usted?
– Antes que abrieran la tienda.